sábado, 17 de noviembre de 2012

good morning princess

Desde que somos chiquitos, hemos tenido un prototipo en la mente de lo que es una princesa, pensamos en  chicas guapas y elegantes vestidas con largos y caros vestidos, que viven en un gran palacio, llevan una corona y se casan con un príncipe guapo y galante. Pero, quien puede decir que esto sea así, la palabra "Princesa" no tiene por que limitarse a una persona que forma parte de la familia real, ni si quiera a esa chica guapa que viste vestidos caros y lleva zapatos de tacón, ¡No! una princesa también puede ser aquella chica que va por ahí con sus auriculares y sus shorts rotos, aquella a la que no le hace falta estar dos horas peinándose y maquillándose para estar guapa, porque siendo ella misma le basta para ser preciosa, aquella con la que se puede estar, con la que se puede hablar, que no hace daño a nadie, que se preocupa por los demás  en resumidas cuentas, que es hermosa por dentro y por fuera; Esas son las verdaderas princesas, ellas son capaces de ver su vida como un verdadero cuento de hadas,  ver su cuarto como su castillo, sus auriculares en su preciada corona,  y a ese chico especial, que no tiene por que estar cachas, y llegar en caballo, como su príncipe azul, aquel con quien quiere pasar el resto de su vida y con quien ponerle fin a su cuento, aquellas que no tienen miedo a llorar, miedo al que dirán, ni al rechazo de los demás. Para todas vosotras, todas esas princesas, todas esas chicas que son y serán siempre ellas, les digo:





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